El Séptimo Sello

Quizá recordéis aquella escena de la partida de ajedrez de la película “El séptimo sello”. Es la personificación de la descomposición, que juega con una disciplina la partida decisiva. Así, dramáticamente, como una lucha absurda y fatal contra un destino ciego, plantean algunas disciplinas su existencia, inmersas en una visión triste y angustiosa de la que no logran escapar. Cuando lo natural debiera ser asumir la descomposición con serenidad, como una parte real y normal de la propia vida, como una certeza que les lleve a redoblar su esfuerzo para sacarle mayor partido a los años que les quedan, esas disciplinas se resisten a pensar en su origen y su destino.