24 enero 2006

Contemplar

Contemplar nuestra propia descomposición nos animará a utilizar nuestra vida con sabiduría, cultivando el refugio interno de las realizaciones espirituales. De lo contrario, no podremos protegernos de los sufrimientos de la descomposición.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

eres un puto mongolo